El marketing ya no puede ayudar a vender marcas imperfectas, empresas que no buscan cuidar al detalle cada punto de contacto con su consumidor. A las nuevas exigencias del consumidor, que reclama como elemento fundamental la transparencia y humanidad de las marcas, es necesario asociarles diferentes visiones y planteamientos relacionados con todos los agentes que intervienen en su configuración pública. Si nuestro producto o servicio cumple todos los requisitos mínimos actuales para acceder al mercado, entonces la parte de Promoción tiene mucho que decir. Si alguna arista despunta y descuadra con el resto, el equilibrio se romperá y la publicidad o relaciones públicas ya no podrán hacer esa ‘magia’ a la que estábamos acostumbrados. 

El consumidor impone su ley en esta nueva era de relaciones, y eso implica una revisión profunda desde la empresa para ser capaces de generar productos y servicios que realmente estén a esa altura exigida. Y para ello, es preciso revisar planteamientos básicos con el fin de detectar puntos que, de tan asumidos, habíamos podido descuidar.

El checklist obvio… pero hoy más necesario que nunca

Por muy obvias que parecen algunas de las cuestiones de este ‘checklist’, casi a diario me encuentro con marcas incluso internacionales que han descuidado alguna de estas situaciones básicas, casi de sentido común; y que, aún así, quieren conectar mejor con sus audiencias… Es como si este prisma de mercado y consumidor cambiante haya movido todo tanto que las cosas más evidentes se quedan atrás, persiguiendo lo complicado sin terminar de agarrar con fuerza el tren de un consumidor que se nos escapa.

Por eso, creo que es necesario repasar de vez en cuando desde los departamentos de marketing estos planteamientos relacionados con las 7 p’s para visualizar si estamos en el camino correcto, al menos en aquel que puede llevarnos a algún sitio:

Tu marca/producto/servicio:

  • ¿Es diferente al resto?
  • ¿Cubre alguna necesidad de tu target?
  • ¿Cubre algún deseo de tu público objetivo?
  • ¿Le hace sentir mejor a tu target?
  • ¿Tu marca visual va en el camino de lograr tus objetivos?
  • ¿Es de la calidad que espera el target?
  • ¿Su calidad justifica el precio que tiene?
  • ¿Es diferente en el envase?
  • ¿La presentación es adecuada?
  • ¿Hace sentir incómodo a tu target al comprarlo?

El lugar y distribución:

  • ¿Tu producto está bien ubicado o accesible a su venta?
  • ¿El canal de distribución es adecuado?
  • ¿Los puntos de venta van en la línea de tus objetivos?
  • ¿Los mayoristas y/o minoristas velan por tu producto/servicio/marca?
  • ¿Promocionas lo suficiente y con objetivos el producto en el punto de venta?
  • ¿Está en el sitio correcto?
  • ¿Tu punto de venta es atractivo?
  • ¿Le hace sentir bien a tu target al ir a comprarlo?

El precio de tu producto/servicio:

  • ¿Tu precio está a la altura de tu producto?
  • ¿Está a la altura de la competencia?
  • ¿Encaja en la partida presupuestaria asignada y limitada por tu target para ese tipo de producto o servicio?
  • ¿Implica un dirección hacia el lujo o clase alta?
  • ¿Implica un dirección hacia una clase baja?
  • ¿El precio elegido puede hacerle parecer de dudosa calidad?
  • ¿Atiende a lo que tu público objetivo es hoy?
  • ¿Atiende a los problemas de tu target?
  • ¿El margen bruto es adecuado para tu distribuidor o vendedor final?
  • ¿El margen bruto es adecuado para ti?
  • ¿La estrategia del precio es adecuada a medio plazo?
  • ¿El precio de tu producto está a la altura de tu marca?

La parte de promoción que hará llegar tu marca a tu target:

  • ¿Tu producto llega al target a través de algún canal?
  • ¿Cuáles son los canales más efectivos para conectar con tu audiencia?
  • ¿Qué tipo de diálogo tienes con tu público?
  • ¿Está tu estrategia adecuada a su ritmo cambiante de comunicación?
  • ¿De qué maneras haces llegar las cualidades de tu producto a tu target?
  • ¿Sobre qué mensaje circula tu producto?
  • ¿Cuál es tu ventaja diferencial y cómo la comunicas?
  • ¿Cuál es tu posicionamiento pretendido y cómo lo comunicas?
  • ¿Cuentas con valedores y prescriptores de tu marca? ¿Les das voz?
  • ¿Recuerdas a tu target la compra de tu producto o servicio?
  • ¿Integras nuevos mecanismos digitales de promoción que atiendan a la evolución digital de tu consumidor?

Tu plantilla y equipo de trabajo:

  • ¿De qué manera hablan tus empleados del producto o servicio?
  • ¿De qué manera hablan tus empleados de tu marca?
  • ¿De qué manera hablan tus empleados de ti mismo?
  • ¿Cómo le das salida a la voz de tus trabajadores?
  • ¿Tus trabajadores están satisfechos?
  • ¿Haces algo para que estén más satisfechos?
  • ¿Es importante para ti que estén satisfechos?
  • ¿Integras nuevos mecanismos internos que atiendan a la evolución digital de tu plantilla?

Los procesos que intervienen en la elaboración de tu producto/servicio:

  • ¿Tus procesos internos buscan la eficacia y el ahorro de tiempo y dinero?
  • ¿La logística de la empresa es adecuada?
  • ¿Todos los agentes implicados tienen claro su rol y procedimientos de trabajo?
  • ¿Incorporas revisiones periódicas a tus procesos para adecuarlos al mercado cambiante?
  • ¿Integras mecanismos digitales de control de procesos?
  • ¿Tienes cuantificado y monitorizado el coste de cada proceso?

La presentación adicional con las evidencias físicas ajenas a tu producto/servicio que pueden influir en la percepción del target: 

  • ¿Todos los elementos adicionales que visualiza tu target son coherentes?
  • ¿Todos los elementos tienen en cuenta la importancia de ‘todo comunica’?
  • ¿Todos los elementos adicionales respiran una pertenencia a tu marca?
  • ¿Esa pertenencia es positiva y coherente en la búsqueda de resultados?

Una revisión a fondo de nuestros procedimientos nos hará seguir con seguridad la estela de nuestro target. En caso contrario y de asumir que ya lo estamos haciendo todo bien y transmitir a la promoción la responsabilidad única, por mucho que intentemos seguirle los pasos para intentar seguir conectados a sus deseos y necesidades evolutivas, el esfuerzo será inútil. Aparte de entender su cambio, el consumidor quiere que las marcas entiendan también qué es lo que no cambia en su grado de exigencia de calidad.